Mucho ruido
- Victoria Zanini
- 31 jul
- 3 Min. de lectura
La generación de seres verborrágicos.
Dentro de las cosas peculiares que me gustan es la de estar suscrita muchas newsletters, en realidad a las que me aportan algo, o simplemente me gusta seguir su trama.
Al emigrar hubo algo que revaloré muchísimo: la radio y las newsletters. La radio porque siento que es la manera de seguir informada (radio Argentina), y de sentirme más cerca de casa. Sentarme a trabajar y prender la radio, arrancar con el programa de las 6 am, la diferencia horaria me permite escucharlo desde el principio, es la única manera que podría escuchar un progama a las 6am jajaj.
Me gusta la radio que informa, nunca me pude acostumbrar a los programas de streaming de moda actualmente, necesito que en algún momento me den algo de realidad e información.
Los newsletters ❤️ that’s my kind of diarios.
Nunca me verás leyendo el diario pero si una newsletter. Siguiendo la línea de lo antes mencionado… necesito un híbrido, algo que me informe y me divierta, pero que no sea puro contenido chatarra.
Tenía 12 newsletters acumulados hoy. Después de varias semanas sin poder sentarme a leer encontré un hueco para ponerme al día. En uno de ellos la escritora decía “se dieron cuenta que la semana pasada no les escribí? Estuve a mil con… y con…” y daba sus explicaciones a modo de disculparse.
Eso me hizo ruido. Mucho ruido. No es noticia que vivimos en la era de la sobre información. Hay demasiada en todos lados, mucha gente hablando por hablar, por obligación. No es nada nuevo entrar a instagram y ver a nuestrx influencer de confianza decir que se retira por un tiempo de las RRSS. ¿Cuál es la necesidad de hablar tanto? ¿Por qué debemos tener siempre una opinión formada sobre todo?
Esto me recuerda a una vez que salí a comer con mis hermanos, en eso de una charla extensa y profunda sobre alguna cuestión de la vida pasé un rato sin abrir la boca, y Pachu mi hermano me dice: “—Por qué estás tan callada? Vas a tirar una bomba?”, a lo que respondí “—Es que no tengo nada que opinar, no tengo una opinión sobre eso.”
Me sorprendió tanto su pregunta y reacción ante el silencio, que años después me sigo acordando de este momento.
Que raro nos resulta el silencio, el no saber sobre algo. Adoramos tanto a las personas que tienen una opinión sobre todo que ante alguien que decide no hablar será porque “está por tirar una bomba”.
Pensando en aquella escritora que se sentía presionada al no haber mandado su newsletter semanal, más allá que al final sea una presencia en un medio más.. Pienso, realmente ¿Cuán abarrotados de información estamos?.
¿Qué nos hizo creer como sociedad que es necesario decir siempre algo?
Antes de salir este newsletter trabajé mucho en un podcast que finalmente no vió la luz pero que el concepto me encantaba y quizás algún día se vuelva realidad. El nombre era “Me lo tomo con birra” y se basaba en entrevistas a personas que no son famosas o reconocidas, que tienen algo para decir y que está bueno que ese mensaje sea escuchado y compartido.
Al final al influencer de turno todos lo seguimos conocemos y tal… pero a mi parecer necesitamos ejemplos que sean pares. Hay algo en el influencer, que no los culpo, pero se los endiosa y eso al final los separa del resto de mortales. Esta propuesta revalorizaba voces que tienen algo muy potente que contar y que me encataría que ese mensaje llegara a más personas.
Vivencias de personas, consejos prácticos de alguien que salió a la cancha y se embarró, cuál fue el paso que les hizo dar el salto… Al final, la mayoría que estamos en este camino necesitamos ejemplos, pero esos de personas con las que podemos sentirnos identificados, de pares.
Tanto “Lo Bueno se comparte” como “Me lo tomo con birra” nacen de la necesidad de hablar cuando tenemos algo para decir y de comunicar opiniones o vivencias que merecen ser compartidas. Como esta opinión sobre el mundo hiper comunicado y globalizado que nos hace sentir fomo por no estar compartiendo una opinión todo el tiempo.
No seamos de los que hablan para saciar o llenar el silencio. Elijamos ser de los que hablamos desde el deseo y no desde la necesidad de pertenecer.
En otro orden de prioridades estoy agendando trabajos para Septiembre podés echarle un ojo a mis servicios en este post y si quieres tener un lugar en mi agenda no te duermas en escribirme acá:
Esto si ha sido un buen shot de Lo Bueno Se Comparte.
Si llegaste hasta acá gracias!
Te veo en la próxima carta,
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